Silencio uruguayo frente al menú de represalias que prepara Timerman

Se agotó el diálogo. Lo dijo el canciller argentino Héctor Timerman que ahora elabora un menú de represalias a aplicar contra los intereses uruguayos. Al otro lado de la orilla toman nota y devuelven silencio. Saben que la Argentina está hoy más complicada por los buitres...

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) El canciller argentino Héctor Timerman envió el martes 17 –por la noche– una notificación confidencial a las áreas económicas y políticas de su cancillería que trabajan en temas relacionados con Uruguay. 

 

En esa nota, Timerman solicitó que preparen un menú de opciones para afectar intereses de Uruguay. Una vez que respondan los jerarcas de la cancillería, el trabajo será remitido a la presidenta Cristina Fernández.

 

La tensión diplomática bilateral surgió luego que el gobierno uruguayo decidiera volver a autorizar a UPM a aumentar su producción de celulosa –ahora a 1,3 millón de toneladas año– lo que Argentina calificó en un comunicado como un hecho “inamistoso”.

 

La circular de Timerman, a la accedió 'Perfil', confirma lo declarado por el ministro en cuanto a que se agotaron las instancias de diálogo.

 

Tal como publica el diario uruguayo 'El Observador', con la nota enviada a los servicios de cancillería, Timerman “quiere mostrar que él puede dar pelea como lo hace el ministro de Economía Axel Kicillof en otras áreas”, interpretó uno de los diplomáticos que recibió la instrucción. Claro que a Axel no le fue muy bien...

 

Mientras tanto, ambientalistas  y vecinos de Gualeguaychú (Argentina) se movilizaron ayer para protestar contra el aumento de la producción de UPM, que será recurrida por el gobierno argentino ante el Tribunal de La Haya.

 

Convocados por la Asamblea Ciudadana Ambiental, los manifestantes se trasladaron en caravana hasta el puente internacional General San Martín, fronterizo entre Argentina yUruguay, para reclamar por la planta de  Fray Bentos.

 

Una vez allí, leyeron un documento en el que solicitaron que se ratifique el pedido de desmantelamiento de la planta “porque hay pruebas de que es contaminante” informó la agencia 'EFE'.

 

Los manifestantes, alrededor de medio millar según fuentes de la Gendarmería argentina, rechazaron al aumento de la producción de UPM y advirtieron al gobierno argentino que “las deudas ambientales también se pagan”.

 

En Uruguay, en tanto, el canciller Luis Almagro dijo a 'El País' que prefiere no comentar "versiones de prensa". Consultado respecto a la posibilidad de que Uruguay tome la iniciativa de retomar el diálogo bilateral sobre el asunto, Almagro señaló que "lo que se haga se hará en reserva". 

 

El canciller Almagro dijo la semana pasada en la Comisión de Asuntos Internacionales de la Cámara de Representantes que Uruguay mantiene su postura de buscar el diálogo con Argentina y avaló la performance ambiental de UPM. Incluso sostuvo que en la desembocadura del Río Gualeguaychú, donde se vierten los efluentes del Parque Industrial de esa ciudad entrerriana, está más contaminado que la margen uruguaya del río Uruguay. 

 

Almagro también consideró "desproporcionado" que Argentina pretenda regresar a La Haya por el incremento de la producción. De hecho, a nivel del gobierno hay dudas de que Argentina realmente esté dispuesta a repetir el proceso que llevó al fallo de 2010 que sostuvo que Uruguay no había incumplido sus deberes de cuidar el ambiente. El presidente José Mujica consideró que son más importantes las dificultades que enfrenta Argentina con los "fondos buitre".

 

El canciller urugayo recibió el viernes el respaldo de sus antecesores en el cargo Sergio Abreu (nacionalista) y Didier Opertti (colorado) que apoyaron el incremento de la producción y opinaron que la posición uruguaya es sólida desde el punto de vista jurídico ante una eventual segunda instancia en La Haya. Los ex cancilleres transmitieron que la oposición sacará al asunto de la campaña electoral y presentarán un frente unido con el gobierno.