Crisis total Cristina/Brito: Exigen a 20 bancos prestar a la tasa del Nación

La presidenta Cristina Fernández anunció este miércoles (04/07) que a través de una resolución el Banco Central obligará a los veinte bancos privados clase A "prestar para bienes y servicios" para la producción. “Prestan menos a las empresas y más al consumo y después hablan de inflación", se quejó.





CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- Durante un acto en Casa Rosada, del que quedó afuera a Daniel Scioli -la inauguración conjunta en Chivilcoy terminó resultando una videoconferencia desde el atril-, Cristina Fernández de Kirchner anunció que este jueves 04/07 se difundirá una resolución por la cual el Banco Central de la República Argentina "obligará a los veinte bancos privados clase A", los más grandes del país, a "prestar para bienes y servicios" para la producción a la tasa de interés que presta el Banco de la Nación Argentina, institución que no tiene obligación de generar utilidades y que administra fondos de costo diverso (la tasa de interés activa -la que cobra una entidad- no es solamente consecuencia de la rentabilidad esperada sino también de la tasa de captación -la pasiva- de los fondos prestables).

"La tasa activa que cobrarán las entidades financieras será la equivalente al promedio de la BADLAR + 400 puntos básicos, que a valores actuales equivale a un 15% anual", segun fuentes del BCRA.
 
La tasa Badlar es calculada por el Banco Central de la República Argentina en base a una muestra de tasas de interés que entidades de Ciudad de Buenos Aires y Gran Buenos Aires pagan a los ahorristas por depósitos a plazo fijo de 30 a 35 días y de más de $ 1 millón.
Resulta evidente la influencia de lo que ocurre en Brasil, donde Dilma Rousseff empujó hacia abajo la tasa de interés del sistema bancario, pero habría que recordarle a Cristina Fernández que, antes de exigirle a los bancos una menor tasa activa, Dilma provocó que el Banco Central bajara la tasa Selic (la tasa de interés básica que fija la autoridad monetaria), y también descendió la tasa de interés pasiva, a partir de una modificación en lo que paga la Caixa Federal por los depósitos más populares.
Es cierto que el resultado ha sido una mejora en la imagen pública de Dilma, que es un deseo de Cristina para sí misma, además de activar el consumo declinante, pero Mercedes Marcó del Pont, presidente del BCRA que parece lectora de la prensa brasilera, debería explicarle todo lo que pasa en Brasil y no solamente un fragmento.
También es interesante que Cristina haya tomado esa decisión cuando es la misma Presidente que mandó a frenar el proyecto de reforma bancaria del diputado nacional Carlos Heller(Credicoop), que intentaba fabricar (no sin torpeza instrumental) un escenario parecido al que ahora parece buscar Cristina.
Precisamente fue Jorge Brito, presidente de la entidad gremial de los banqueros locales, Adeba, en  nombre del Banco Macro, quien logró en esa oportunidad que naufragara el anhelo de Heller, y la conclusión de los sucesos en curso consisten en que ha declinado la influencia de Brito sobre la Casa Rosada, probablemente una consecuencia del ocaso de Julio De Vido.
También es menester señalar que los recientes anuncios de Cristina, aunque muy flojos, van en igual dirección: entre la tarjeta Argenta para los jubilados y la instrucción al Banco Central, hay cierta coherencia acerca de la urgencia por activar el consumo, que a su vez permita cierta recaudación en los impuestos coparticipables, que se encuentran declinando en términos reales.
Cristina se quejó de que "los bancos privados parece que no confían en los empresarios, prestan menos a las empresas y más al consumo y después hablan de inflación". Se trata de un reclamo similar al que hizo Axel Kicillof a los bancos cuando se anunció el plan de créditos para la vivienda del Bicentenario. En este caso, la decisión de Cristina también estuvo acompañada por el accionar del Banco Nación en contraste con la banca privada, más inclinada al consumo.
"El Estado tiene mucha confianza en los empresarios", dijo y remarcó que "por el grado de inversión que hace el Estado se ve claramente que quien más confía en los empresarios es el Estado".
Así, la Presidente admitió los problemas de financiamiento para la producción, al igual que en el caso de los créditos para vivienda, al afirmar que "para sostener la inversión" es necesario que "no solamente esté presente la banca pública", sino también las entidades financieras privadas.
"Le vamos a pedir a 20 bancos que durante 1 año hagan lo que durante cuatro años y medio hizo un solo banco (por el Nación) por los empresarios y los trabajadores argentinos", agregó.
En ese sentido, la Presidenta aseguró que según las cifras de mayo de 2012 las Pymes, "como grandes generadoras de valor agregado, reciben el 52% de la cartera de préstamos del total del Banco Nación, mientras que las (empresas) vinculadas reciben sólo el 2%".
¿Pueden cumplir esas entidades con la exigencia de Cristina? Hay varios que pasan las horas dibujando la ingeniería financiera posible. Hasta ahora las respuestas positivas han sido magras, más bien preocupantes, aún cuando se utilice la discreción y moderación habitual en el lenguaje de los bancos, cuya respuesta será, en un comienzo, dilatar todo, tal como cuando Néstor Kirchner pretendía forzarlos a imposibles financiaciones hipotecarias.
¿Y qué hará Cristina si no consigue que su voluntad sea ejecutada? Imposible aventurar alguna respuesta hoy día. Mejor no ir tan adelante...

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