HUGO BIOLCATI EN PALERMO Despedida con sensación de fracaso (texto completo)

El presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Hugo Luis Biolcati, criticó a la Administración Cristina por la falta de respuesta a los reclamos de su sector, alertó por la "negada inflación", la "brutal inseguridad" y llamó a evitar una reforma constitucional que se "adapte al poder".





CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Hugo Luis Biolcati ofreció su último discurso como presidente de la Sociedad Rural Argentina, para inaugurar la 126 edición de la exposición en el barrio porteño de Palermo. 
 
El discurso de Biocati fue seguido desde el palco oficial por el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri; y diputados de la oposición como Federico Pinedo, del PRO, Oscar Aguad y Ricardo Buryaile, de la UCR; y Eduardo Amadeo, del Peronismo Federal. 
 
No hubo autoridades nacionales en el acto que solo televisó en directo América TV, mientras los gobiernos de las provincias de Buenos aires y de Corrientes enviaron funcionarios en representación. 
 
"Hoy tenemos a la vista el fracaso de una política" hacia el campo, dijo Biolcati luego de hacer un repaso por los constantes reclamos del sector y acusar al gobierno de "no escuchar" sus propuestas.
 
Además, denunció que el campo tiene "12 millones de cabezas de ganado menos, intención de siembra de trigo y maíz marcada por el desaliento, miles de tambos cerrados, más de cien frigoríficos cerrados" y "regiones enteras que afrontan una parálisis económica" por las "heladas, sequías, cenizas y desidia de los gobiernos".
 
El texto completo de su discurso:
 
Dice un refrán que alguna vez escuché:
 
“…con los ojos de la despedida, la vida parece una causa perdida”
 
y este es mi último discurso en esta Tribuna como Presidente de la Sociedad Rural Argentina
 
Mi despedida…
 
Ha sido un verdadero motivo de orgullo para mí, ejercer este cargo con que se me honrara hace ya cuatro años. 
 
Me siento agradecido y emocionado de poder estar inaugurando, una vez más, junto a todos ustedes, esta Exposición Rural, aquí en Palermo.
 
Esa gratitud y esa emoción le confieren un particular significado a mis palabras.
 
Son mis últimas palabras en este histórico escenario y tengo la certeza que, como las pronunciadas en los años anteriores no son otra cosa que la voz y el pensamiento de una gran cantidad de productores rurales argentinos.
 
La voz del campo que reclama.
 
La voz del campo, que con rigurosa coherencia, año tras año, expuso sus análisis de las distintas coyunturas.
 
La voz del campo, que ofreció propuestas consistentes siempre con la mirada puesta en el progreso de esta Nación y el bienestar de sus habitantes.
 
Esos análisis no fueron contemplados, esas propuestas no fueron consideradas. 
 
La voz del campo, no fue escuchada.
 
En ese sentido y “con los ojos de la despedida” esos reclamos justos, y en cierta forma premonitorios, 
“parecen una causa perdida”.
 
Dijimos en el 2009, cuando inaugurábamos la 123º Exposición Rural, que el Campo estaba imaginando 
“ser el protagonista de un verdadero desafío histórico.
Un proyecto agroindustrial que haga crecer la producción a niveles nunca alcanzados, desarrolle las economías regionales y las convierta en las principales abastecedoras de los mercados mundiales; generando miles de puestos de trabajo y un mayor bienestar para todos los argentinos”.
“A los que cultivaban el maltrato hacia el campo y a sus productores…” 
les decíamos que “… el campo argentino ha dejado de ser la mansa vaca que se deja ordeñar para cubrir el costo de la ineficiencia y de las políticas equivocadas.” 
 
Y el campo no fue escuchado…
 
En el 2010, ya en la Exposición Rural del Bicentenario
Le pedimos desde esta tribuna a los funcionarios:
“… averigüen cómo hace el campo para producir alimentos para más de 300 millones de personas!”
“… recórranlo y vean esa gigantesca fábrica sin techo que trabaja sin cesar.”
“… no insistan con políticas equivocadas…
 
Dijimos entonces:
 
“… no queremos un desierto verde de soja 
que produzca riqueza para pocos.
Queremos agricultura con agricultores,
trabajadores arraigados a su tierra, a su pueblo.
Pueblos que crezcan y se desarrollen al ritmo de la actividad de las pequeñas y medianas industrias locales.
Productores rurales, fabricantes de alimentos, de maquinaria agrícola,
que desde todos los rincones del campo argentino, incorporen tecnología, procesos innovadores, inviertan y multipliquen los puestos de trabajo.
Ese será el fin de la pobreza y la exclusión.
La posibilidad de bienestar y trabajo para millones de argentinos.”
 
Y el campo no fue escuchado…
 
Con esas políticas tuvimos la peor cosecha de trigo del siglo,
no pudimos cumplir la cuota Hilton y se destruyó el stock ganadero en la Argentina.
 
El año pasado inaugurábamos la 125º Exposición Rural
pidiéndole al gobierno: “Por favor dejen de castigar al campo,
lo que es decir dejen de castigar a la Argentina
Es responsabilidad de este modelo que los productores argentinos,
al inicio de la siembra del trigo, con exportaciones cerradas,
no tengan a quien venderle el cereal de la cosecha pasada. (….)

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