¿La Corte Suprema es un colegiado o es Lorenzetti?

La estrategia del tarifazo fue errada pero en vez de revisarla, el Presidente pretende que la Corte Suprema le auxilie a legitimar el desacierto, y para eso busca comprometer a Ricardo Lorenzetti, o al menos difunde esa 'sensación'. Una equivocación no se enmienda con otra.



"Mauricio Macri y el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, se vieron cuatro veces en las últimas 72 horas. El tema principal de las conversaciones fue, según admiten en la Casa Rosada, la controversia judicial generada por el aumento de las tarifas de gas que impulsa el Gobierno. Funcionarios del Poder Ejecutivo admiten que esos contactos entre las cabezas de dos de los tres poderes del Estado son “habituales”. Esa cercanía quedó demostrada ayer a las 16.55, cuando Lorenzetti entró al despacho de Macri en la Casa Rosada, pocas horas después de firmar junto a sus pares del tribunal una acordada en la que le solicitó al Poder Ejecutivo información sobre los cuadros tarifarios para poder resolver si habilita o no las subas. (...)".
Santiago Fioriti,
diario Clarín.

por EDGAR MAINHARD
Existe la impresión, de acuerdo al enfoque difundido por los 2 diarios tan cercanos a la Administración Macri (Clarín y La Nación) que el Ejecutivo Nacional no sólo pretende eludir todos los fallos judiciales adversos que, por impericia propia, acumuló en instancias inferiores a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, sino que considera que Ricardo Lorenzetti 'maneja' el colectivo de Tribunales más o menos como Daniel Angelici, por mencionar a un amigo del Presidente muy conocido en el Poder Judicial, gestiona el club Boca Juniors.
El peligro que ahora enfrenta Mauricio Macri es la posibilidad de cometer otro error más en días en que él y su equipo han acumulado una seguidilla tan llamativa como peligrosa. A Macri no le apetecen los temas judiciales, siempre sospecha acerca de cómo abordarlos, no hay abogados en su círculo más cercano y ha protagonizado polémicas y extensas causas judiciales que obligaron a sus letrados a negociaciones complejísimas. Pero él debería poner más empeño en comprender la trama.
En este caso, Macri se aproxima a la Corte Suprema considerando a Lorenzetti como el referente del tribunal, y ahí existe un error de apreciación considerable de parte del Presidente: el Ejecutivo Nacional es un sistema vertical y presidencialista mientras que la conducción del Poder Judicial es un colegiado.
En el Ejecutivo Nacional, el Presidente decide; el jefe de Gabinete de Ministros es una figura que permite al Presidente desentenderse del día-a-día pero él no delega ni la responsabilidad ni la autoridad, y puede remover tanto al jefe de Gabinete como a los ministros, secretarios de Estado, subsecretarios, etc.
Esto no sucede en la Corte Suprema: el presidente de la Corte tiene una responsabilidad formal, se encarga de la representación institucional de 'la casa' y de designar y monitorear a los responsables administrativos, pero en sus decisiones, conocidas como 'acordadas', es un colegiado donde hay votaciones, si fuese necesario, y gana la decisión que sumá más apoyos de los magistrados, quienes se expresan a través de sus fallos. El voto del titular de la Corte tiene igual valor que el de cualquiera de sus colegas. Y él no puede remover a ninguno de ellos porque no encuentre satisfacción en su desempeño.
En el Ejecutivo Nacional hay un líder, habitualmente el Presidente es quien tracciona los sufragios, triunfa en la elección y alcanza un rol institucional que le permite, interpretando la Constitución Nacional, ejercer el presidencialismo previsto en la Carta Magna.
En la Corte Suprema es bien diferente, porque cada integrante del colegiado tiene sus antecedentes académicos para fundamentar su fallo, y su considerable ego, que compiten con cualquier otro colega. Precisamente, el ego ha marcado historias y tragedias del Poder Judicial, no sólo la capacidad de fundamentar las decisiones.
El enfoque que está difundiendo la Casa Rosada hacia los medios de comunicación 'amigos' del poder eventual consiste en que Macri se reúne con Ricardo Lorenzetti, presidente de la Corte Suprema, y resuelve la cuestión de las tarifas.
Un Presidente que ha enfrentado graves desilusiones a manos de las divisiones de Ascenso en la Asociación del Fútbol Argentino (por mencionar una obsesión de Macri), que decidieron desafiar a los 'grandes' + el Fútbol para Todos, o sea el Presidente, debería comenzar a entender quedestrabar las negociaciones es una cuestión más compleja que intentar soplar y hacer botellas.
El Presidente no tiene que dar cuenta de sus decisiones a sus subordinados, para comenzar. Pero Lorenzetti tiene que ser muy cuidadoso no sólo en presentar su esbozo de doctrina ante sus pares del colegiado sino que hay camaristas y jueces observando en el resto del Poder Judicial, y considerando cuáles son las señales que envía la Corte, y hasta pueden discrepar en sus decisiones.
Por lo tanto, la imagen que difunde la Casa Rosada, de un Presidente resolviendo el 'tarifazo' porque se encierra con el titular de la Corte, no es buena para el propio Lorenzetti, más allá del ego tan conocido del magistrado designado por los Kirchner, y luego enfrentado a ellos en especial por la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
En verdad, la Casa Rosada tendría que corregir realmente el desaguisado que provocó. La Casa Rosada no tiene una política energética sino que decidió utilizar el 'tarifazo' para remediar el déficit fiscal sin suprimir gasto público. En teoría, una posibilidad pero en la realidad, un fracaso.
Entonces, la Casa Rosada no le puede exigir, ni tan siquiera sugerir, a la Corte Suprema que le destrabe la confusión dialéctica que tiene el Presidente de la Nación, que fue quien avaló el tarifazo, luego de que en la reunión de gabinete la mayoría de sus colaboradores le advirtiera sobre las consecuencias. Más tarde ocurrió la reunión de Macri y su ministro Juan José Aranguren durante una visita a USA, y al regresar el Presidente avanzó sin contemplaciones.
Ahora él corre a buscar a Lorenzetti para que éste convenza a los magistrados que elaboren un fallo que le permita al Presidente superar el obstáculo y no enmendar el error.
Cuidado: el asunto aún puede complicarse mucho más.
Joaquín Morales Solá, quien conoce personalmente a varios ministros de la Corte Suprema pero también a Mauricio Macri y a Marcos Peña, en el diario La Nación, confirma lo que había anticipado Urgente24 durante el fin de semana: la tontería de plantear el 'per saltum', tema sobre el cual giró toda la estrategia gubernamental durante la semana que pasó, comenzando por el torpe ministro de Justicia, Germán Garavano:
"(...) Sólo anteayer (N. de la R.: lunes 11/07el Gobierno dejó de anunciar que le pediría a la Corte Suprema un recurso de per saltum. Sin embargo, el per saltum murió mucho antes, el lunes 4 de julio, cuando una Cámara Federal de Córdoba suspendió los aumentos de las tarifas de gas en toda esa provincia. Tres días después, el 7 de julio, la Cámara Federal de La Plata suspendió los aumentos de gas en todo el país. El per saltum es un recurso por el que la Corte Suprema toma una decisión de un juez de primera instancia y decide pasar por encima de la segunda instancia, que son las cámaras. La actual Corte Suprema no aplicó nunca el per saltum mientras no estuvo reglamentado por una ley. La ley la hizo Cristina Kirchner y la Corte usó el per saltum una sola vez, cuando estaba en discusión la reforma judicial y se avecinaban elecciones nacionales en las que se elegirían por el voto popular los miembros del Consejo de la Magistratura. La Corte declaró inconstitucional esa reforma. El per saltum se justifica sólo en circunstancias en las que están en juego graves cuestiones institucionales.
"(...) Sólo anteayer el Gobierno dejó de anunciar que le pediría a la Corte Suprema un recurso de per saltum. Sin embargo, el per saltum murió mucho antes, el lunes 4 de julio, cuando una Cámara Federal de Córdoba suspendió los aumentos de las tarifas de gas en toda esa provincia. Tres días después, el 7 de julio, la Cámara Federal de La Plata suspendió los aumentos de gas en todo el país. El per saltum es un recurso por el que la Corte Suprema toma una decisión de un juez de primera instancia y decide pasar por encima de la segunda instancia, que son las cámaras. La actual Corte Suprema no aplicó nunca el per saltum mientras no estuvo reglamentado por una ley. La ley la hizo Cristina Kirchner y la Corte usó el per saltum una sola vez, cuando estaba en discusión la reforma judicial y se avecinaban elecciones nacionales en las que se elegirían por el voto popular los miembros del Consejo de la Magistratura. La Corte declaró inconstitucional esa reforma. El per saltum se justifica sólo en circunstancias en las que están en juego graves cuestiones institucionales.
Las resoluciones de las cámaras de Córdoba y La Plata (sobre todo la de ésta, porque extendió la suspensión a todo el país) eliminó cualquier instancia intermedia para llegar a la Corte Suprema. La próxima instancia ahora es la Corte. ¿Por qué, entonces, un per saltum? No se necesitaba de ningún per saltum. (...)".
Haría bien Macri en leerlo para comenzar a entender algunas cuestiones judiciales.

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