"El tarifazo es un saqueo institucional al bolsillo de los argentinos"
El referente del Movimiento Evita, Fernando "Chino" Navarro, dijo que "el tarifazo es un saqueo institucional al bolsillo de los argentinos que se produce mientras que, a las empresas gasíferas, les dan 3.000 millones de dólares como una ganancia extraordinaria sin pedir nada a cambio", al referirse a la protesta que en diversos puntos del país tuvo lugar ayer y a la que dijo le resulta "incómodo" denominar cacerolazo.
Luego del repudio social manifestado ayer por la suba de la tarifa de los servicios públicos, Navarro sostuvo en Radio Nacional que "nadie niega que la política de subsidios había que revisarla" pero consideró que el aumento del 400% es "irracional e insensible".
"Se le pide al pueblo que haga un esfuerzo, se habla de un sinceramiento, pero acá, el 99% de las decisiones que toma (el presidente) Mauricio Macri son en favor de los sectores económicos concentrados", indicó Navarro.
Por eso, para el referente del Movimiento Evita, "es un caso testigo el tarifazo, porque mientras se le pide al pueblo un esfuerzo, transfieren ganancias extraordinarias a las empresas gasíferas sin compromiso de aumentar las inversiones". Por otra parte, confió que le resulta "incómodo" el término cacerolazo porque "fue usado en el derrocamiento del presidente chileno Salvador Allende (1973)".
Luego del repudio social manifestado ayer por la suba de la tarifa de los servicios públicos, Navarro sostuvo en Radio Nacional que "nadie niega que la política de subsidios había que revisarla" pero consideró que el aumento del 400% es "irracional e insensible".
"Se le pide al pueblo que haga un esfuerzo, se habla de un sinceramiento, pero acá, el 99% de las decisiones que toma (el presidente) Mauricio Macri son en favor de los sectores económicos concentrados", indicó Navarro.
Por eso, para el referente del Movimiento Evita, "es un caso testigo el tarifazo, porque mientras se le pide al pueblo un esfuerzo, transfieren ganancias extraordinarias a las empresas gasíferas sin compromiso de aumentar las inversiones". Por otra parte, confió que le resulta "incómodo" el término cacerolazo porque "fue usado en el derrocamiento del presidente chileno Salvador Allende (1973)".
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