Adepa: "Soporte estatal” para hostigar periodistas
En su Informe Anual sobre Libertad de Prensa en la Argentina, la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas advirtió también que se "confunde propaganda oficial con periodismo, transformando a los órganos del Estado en difusores de la doctrina oficialista".
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- En el marco de la 49º Asamblea Anual de ADEPA –la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas que nuclea a los editores de diarios- realizada este jueves 06/11 el vicepresidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información, Guillermo Ignacio, dio a conocer el Informe Anual sobre Libertad de Prensa en el país.
El texto denuncia el "hostigamiento" con el “soporte del aparato estatal” a periodistas y medios independientes a la vez que advierte que "pese a que formalmente todavía se puede decir lo que se piensa, quien lo hace queda expuesto a la represalia y la persecución".
ADEPA también mencionó –sin nombrarlos- los casos de los medios ultrakirchneristas financiados por el Estado donde el Gobierno "confunde arbitrariamente propaganda oficial con periodismo, transformando a los órganos del Estado en difusores de la doctrina oficialista".
"Se trata de un mecanismo de dimensión inusitada, destinado a propalar sin matices el relato oficial y a agraviar al que piensa diferente", añadió.
"Para que la democracia republicana exista es indispensable que todo argentino pueda estar informado para decidir y ejercer el derecho a discrepar con quienes gobiernan, sin sufrir represalias. Esa democracia supone entonces, además de un gobierno elegido por el pueblo, la efectiva vigencia de un pluralismo que no consiste en que muchas voces digan lo mismo, sino en que sean muchas las voces que puedan expresar miradas diferentes sobre la realidad", agregó.
En cuanto a las situaciones que sufrió la prensa independiente durante el último año, la Asociación reseñó, entre otras, el agravio personal y la injuria de periodistas y directivos de medios; la persecución administrativa de organismos públicos; la obstrucción de la libre distribución y comercialización; el propósito de controlar la producción y distribución del papel y la consolidación de un bloque mayoritario de medios afines para que en todo el territorio nacional sostengan y reproduzcan el discurso gubernamental.
A continuación reproducimos el Informe completo de Adepa:
Lejos de disiparse, las sombras que en los últimos años se proyectan sobre la libertad de prensa en la Argentina han adquirido nuevas y peligrosas formas, que apuntan a la consagración de un discurso único y al sistemático debilitamiento de la crítica y el disenso como elementos centrales del debate democrático. Porque pese a que formalmente todavía se puede decir lo que se piensa, quien lo hace queda expuesto a la represalia y la persecución.
Esto sucede con el soporte del aparato estatal. Un hostigamiento moral, administrativo y financiero, desplegado a través de diversas herramientas y con recursos públicos apunta, por un lado, a deslegitimar a periodistas y medios independientes y, por el otro, a fortalecer un sistema comunicacional al servicio del Gobierno. Se trata de un mecanismo de dimensión inusitada, destinado a propalar sin matices el relato oficial y a agraviar al que piensa diferente.
Sin información independiente la democracia no es posible. Sin información no se puede elegir. Para que la democracia republicana exista es indispensable que todo argentino pueda estar informado para decidir y ejercer el derecho a discrepar con quienes gobiernan, sin sufrir represalias. Esa democracia supone entonces, además de un gobierno elegido por el pueblo, la efectiva vigencia de un pluralismo que no consiste en que muchas voces digan lo mismo, sino en que sean muchas las voces que puedan expresar miradas diferentes sobre la realidad.
Las necesidades y urgencias políticas que eventualmente expresen las mayorías en cualquier circunstancia, no eximen al periodismo de cumplir con su función y con el compromiso que tiene con la sociedad. Ese compromiso incluye el de buscar la verdad allí donde se encuentra oculta y hacerla pública.
No hay circunstancia que otorgue a poder alguno legitimidad para exigir a los ciudadanos y a la prensa que guarden silencio frente a los abusos de aquel. Hoy, una vez más, debemos recordar que el periodismo no pretende ni directa ni indirectamente competir con el poder político, sino que está llamado, por definición, a ofrecer una mirada crítica de éste para que, a través de la difusión de sus actos, la sociedad tenga la oportunidad de poner límites a posibles excesos.
En definitiva, el periodismo siempre dependerá de la confianza de sus lectores, para generar información sin condicionamientos ni presiones. Aunque pueda equivocarse siempre estará obligado a escuchar a sus audiencias y a intentar reflejar sus necesidades, esperanzas y la diversidad de sus voces.
Durante el último año ha seguido creciendo sobre el conjunto de la sociedad argentina una concepción totalizadora del poder. Esta no admite opiniones críticas y se propone instalar en la conciencia colectiva el discurso de quienes gobiernan.
En nombre de un supuesto interés público, el Gobierno confunde arbitrariamente propaganda oficial con periodismo, transformando a los órganos del Estado en difusores de la doctrina oficialista.
El periodismo independiente es naturalmente un obstáculo para un poder con voluntad hegemónica y por eso, durante el último año sufrió:
El agravio personal y la injuria de periodistas y directivos de medios que mantienen su independencia editorial, por parte de funcionarios, de sectores afines al gobierno o de manos anónimas.
La arbitraria persecución administrativa dispuesta por diversos organismos públicos para amedrentar y condicionar a aquellos periodistas y directivos.
La obstrucción de la libre distribución y comercialización de medios de prensa, impidiendo su circulación o su llegada al público.
El propósito de controlar la producción y distribución del papel para la prensa gráfica; y, además, la ausencia de soluciones concretas para facilitar el acceso a este insumo de las publicaciones de menor dimensión económica.
La consolidación de un bloque mayoritario de medios periodísticos -gráficos, radiales, televisivos y digitales- a fin de que en todo el territorio nacional sostengan y reproduzcan el discurso gubernamental. Para ello se dispone de enormes recursos públicos provenientes de variadas formas de subsidios y de la asignación arbitraria de la pauta publicitaria del Estado.
La manipulación y distorsión de la realidad presente y de la historia, mediante:
- La adulteración de la información económica que deben brindar los organismos oficiales y la presión sobre las consultoras privadas.
- La imposición a la agencia de noticias del Estado Telam de un plan de propaganda para que difunda información progubernamental.
-El financiamiento de producciones televisivas o cinematográficas que atacan a medios de prensa, a sus periodistas y directivos.
ADEPA ha estado y seguirá estando siempre abierta al diálogo democrático. Lo hace con la voluntad de que las rectificaciones que se introduzcan en esta situación aseguren la vigencia de la prensa libre para una sociedad libre, justa y pluralista.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- En el marco de la 49º Asamblea Anual de ADEPA –la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas que nuclea a los editores de diarios- realizada este jueves 06/11 el vicepresidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información, Guillermo Ignacio, dio a conocer el Informe Anual sobre Libertad de Prensa en el país.
El texto denuncia el "hostigamiento" con el “soporte del aparato estatal” a periodistas y medios independientes a la vez que advierte que "pese a que formalmente todavía se puede decir lo que se piensa, quien lo hace queda expuesto a la represalia y la persecución".
ADEPA también mencionó –sin nombrarlos- los casos de los medios ultrakirchneristas financiados por el Estado donde el Gobierno "confunde arbitrariamente propaganda oficial con periodismo, transformando a los órganos del Estado en difusores de la doctrina oficialista".
"Se trata de un mecanismo de dimensión inusitada, destinado a propalar sin matices el relato oficial y a agraviar al que piensa diferente", añadió.
"Para que la democracia republicana exista es indispensable que todo argentino pueda estar informado para decidir y ejercer el derecho a discrepar con quienes gobiernan, sin sufrir represalias. Esa democracia supone entonces, además de un gobierno elegido por el pueblo, la efectiva vigencia de un pluralismo que no consiste en que muchas voces digan lo mismo, sino en que sean muchas las voces que puedan expresar miradas diferentes sobre la realidad", agregó.
En cuanto a las situaciones que sufrió la prensa independiente durante el último año, la Asociación reseñó, entre otras, el agravio personal y la injuria de periodistas y directivos de medios; la persecución administrativa de organismos públicos; la obstrucción de la libre distribución y comercialización; el propósito de controlar la producción y distribución del papel y la consolidación de un bloque mayoritario de medios afines para que en todo el territorio nacional sostengan y reproduzcan el discurso gubernamental.
A continuación reproducimos el Informe completo de Adepa:
Lejos de disiparse, las sombras que en los últimos años se proyectan sobre la libertad de prensa en la Argentina han adquirido nuevas y peligrosas formas, que apuntan a la consagración de un discurso único y al sistemático debilitamiento de la crítica y el disenso como elementos centrales del debate democrático. Porque pese a que formalmente todavía se puede decir lo que se piensa, quien lo hace queda expuesto a la represalia y la persecución.
Esto sucede con el soporte del aparato estatal. Un hostigamiento moral, administrativo y financiero, desplegado a través de diversas herramientas y con recursos públicos apunta, por un lado, a deslegitimar a periodistas y medios independientes y, por el otro, a fortalecer un sistema comunicacional al servicio del Gobierno. Se trata de un mecanismo de dimensión inusitada, destinado a propalar sin matices el relato oficial y a agraviar al que piensa diferente.
Sin información independiente la democracia no es posible. Sin información no se puede elegir. Para que la democracia republicana exista es indispensable que todo argentino pueda estar informado para decidir y ejercer el derecho a discrepar con quienes gobiernan, sin sufrir represalias. Esa democracia supone entonces, además de un gobierno elegido por el pueblo, la efectiva vigencia de un pluralismo que no consiste en que muchas voces digan lo mismo, sino en que sean muchas las voces que puedan expresar miradas diferentes sobre la realidad.
Las necesidades y urgencias políticas que eventualmente expresen las mayorías en cualquier circunstancia, no eximen al periodismo de cumplir con su función y con el compromiso que tiene con la sociedad. Ese compromiso incluye el de buscar la verdad allí donde se encuentra oculta y hacerla pública.
No hay circunstancia que otorgue a poder alguno legitimidad para exigir a los ciudadanos y a la prensa que guarden silencio frente a los abusos de aquel. Hoy, una vez más, debemos recordar que el periodismo no pretende ni directa ni indirectamente competir con el poder político, sino que está llamado, por definición, a ofrecer una mirada crítica de éste para que, a través de la difusión de sus actos, la sociedad tenga la oportunidad de poner límites a posibles excesos.
En definitiva, el periodismo siempre dependerá de la confianza de sus lectores, para generar información sin condicionamientos ni presiones. Aunque pueda equivocarse siempre estará obligado a escuchar a sus audiencias y a intentar reflejar sus necesidades, esperanzas y la diversidad de sus voces.
Durante el último año ha seguido creciendo sobre el conjunto de la sociedad argentina una concepción totalizadora del poder. Esta no admite opiniones críticas y se propone instalar en la conciencia colectiva el discurso de quienes gobiernan.
En nombre de un supuesto interés público, el Gobierno confunde arbitrariamente propaganda oficial con periodismo, transformando a los órganos del Estado en difusores de la doctrina oficialista.
El periodismo independiente es naturalmente un obstáculo para un poder con voluntad hegemónica y por eso, durante el último año sufrió:
El agravio personal y la injuria de periodistas y directivos de medios que mantienen su independencia editorial, por parte de funcionarios, de sectores afines al gobierno o de manos anónimas.
La arbitraria persecución administrativa dispuesta por diversos organismos públicos para amedrentar y condicionar a aquellos periodistas y directivos.
La obstrucción de la libre distribución y comercialización de medios de prensa, impidiendo su circulación o su llegada al público.
El propósito de controlar la producción y distribución del papel para la prensa gráfica; y, además, la ausencia de soluciones concretas para facilitar el acceso a este insumo de las publicaciones de menor dimensión económica.
La consolidación de un bloque mayoritario de medios periodísticos -gráficos, radiales, televisivos y digitales- a fin de que en todo el territorio nacional sostengan y reproduzcan el discurso gubernamental. Para ello se dispone de enormes recursos públicos provenientes de variadas formas de subsidios y de la asignación arbitraria de la pauta publicitaria del Estado.
La manipulación y distorsión de la realidad presente y de la historia, mediante:
- La adulteración de la información económica que deben brindar los organismos oficiales y la presión sobre las consultoras privadas.
- La imposición a la agencia de noticias del Estado Telam de un plan de propaganda para que difunda información progubernamental.
-El financiamiento de producciones televisivas o cinematográficas que atacan a medios de prensa, a sus periodistas y directivos.
ADEPA ha estado y seguirá estando siempre abierta al diálogo democrático. Lo hace con la voluntad de que las rectificaciones que se introduzcan en esta situación aseguren la vigencia de la prensa libre para una sociedad libre, justa y pluralista.
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