Perimetr: El sistema de misiles nucleares rusos que terminaría con el mundo
El sistema ruso de respuesta de ataques nucleares puede ordenar lanzamientos incluso sin ayuda humana, lo que no sólo garantizaría una respuesta rusa, sino la destrucción total de la vida en el planeta con un ataque masivo. Perimetr analiza diferentes variables y automatiza una respuesta, algo completamente "hackeable" en medio de la ciberguerra en la que está sumida el mundo.
Se trata del mayor elemento de disuasión nuclear que tiene el gobierno de Rusia: Perimetr es un sistema que garantizaría un ataque nuclear de respuesta, incluso en caso de destrucción total de las líneas de mando y comunicación y muerte de personas clave. En USA se lo conoce como 'Dead Hand' ('mano muerta').
La existencia de un sistema de este tipo se tacha a veces de inmoral, pero es esencialmente el único medio de disuasión real, puesto que garantiza un ataque nuclear devastador. En sí, Perimetr garantiza que aunque Rusia sea destruída, el enemigo también lo sea, es decir, el planeta entero quede destruído.
Se trata de un sistema de control automático de represalia nuclear masiva desarrollado en la Unión Soviética en el apogeo de la Guerra Fría y fue pensado para hacer llegar órdenes del alto mando militar a todos los puestos de mando de las tropas que disponen de armas nucleares en caso de un ataque nuclear durante el cual las redes de comunicación pudiesen ser destruidas.
Fue desarrollado como un sistema de comunicación de 'reserva' en caso de un eventual ataque nuclear y por si quedaran miembros clave del sistema de mando de la Tropa de Misiles Estratégicos Kazbek, tal como estaba previsto por el concepto estadounidense de la Guerra Nuclear Limitada, o el concepto actual del Ataque Global Inmediato. Con el fin de garantizar el cumplimiento de su función, el sistema fue diseñado originalmente como completamente automático, de tal forma que en caso de ataque masivo sería capaz de tomar una decisión sobre la represalia adecuada por su cuenta, sin la participación (o una participación mínima) humana.
Fue puesto en servicio en 1985, apenas 4 años antes de que la Unión Soviética desapareciera. Se trató de la respuesta rusa al concepto estadounidense de la 'Guerra Nuclear Limitada', que preveía la realización de ataques contra los objetivos más importantes: bases de lanzamiento, aeródromos, grandes núcleos de transporte e industrias. El resultado de este ataque demoledor debía ser la destrucción de los centros de mando militar y político del enemigo, evitando que alguien pudiera tomar la decisión de efectuar un ataque de respuesta.
La punta de lanza del sistema son los misiles balísticos, pero estos misiles no se lanzan contra un agresor, sino que sobrevuelan distintas partes de Rusia. Sus ojivas no portan cargas termonucleares, sino potentes transmisores que emiten señales de control a los sistemas de misiles balísticos con ojivas nucleares, bien estén instalados en silos, aviones, submarinos o en sistemas móviles con base en tierra. El sistema está totalmente automatizado y el factor humano en su trabajo queda excluido o está minimizado.
De hecho, el Perímetr es una duplicación de todo el sistema de mando para todas las tropas que disponen de armas nucleares. Está concebido de tal forma que es completamente resistente a todos los factores destructivos de armas nucleares, y desactivarlo es prácticamente imposible. Su misión es la de tomar la decisión de lanzar un ataque de respuesta de modo automático, sin la participación de personas.
Precisamente por su automatización y por no necesitar de la decisión humana es que el sistema es pasible de ser manipulado electrónicamente para ser activado, lo que lo vuelve un peligro potencial mucho más cercano de lo que puede creer el común de la gente, sobre todo en medio de una ciberguerra que tiene enfrentados a actores nuevos como pueden ser, por ejemplo, los hackers independientes y los terroristas con acceso a las redes.
El principal elemento de control del sistema sobre todos los misiles estratégicos del país se llama 'Kazbek', que se conoce por su subsistema de comunicación, Cheguet, con frecuencia llamado 'maletín nuclear'.
En tiempos de paz, los principales componentes del sistema Perímetr se encuentran en régimen de guardia. Ellos valoran la situación y procesan datos que reciben de los puestos de monitoreo. En caso de un ataque a gran escala con armas nucleares, confirmado por los datos del sistema de alerta temprana sobre ataques con misiles, todo el sistema pasa automáticamente a funcionar en modo de combate. Si después de cierto tiempo el Perímetr no recibe la señal de lanzar los misiles (por ejemplo, si mueren los miembros del mando militar y político), el sistema tomará la decisión por sí mismo.
El sistema recibe información de gran cantidad de sensores, analiza la intensidad de los intercambios de comunicación en la cúpula militar y la telemetría desde los puestos de las tropas de misiles estratégicos. Pero además, el Perímetr posee todavía una capacidad única: el sistema puede analizar los cambios en la situación política y militar del mundo, valorar los comandos que aparecen en determinado periodo de tiempo y, en caso de fuerza mayor, sacar una conclusión sobre lo que sucede en el mundo y saber si algo no marcha bien.
Cuatro condiciones de activación
Antes de poner en marcha el algoritmo de ataque de respuesta, el Perímetr debe cumplir cuatro condiciones. Lo primero que comprueba es la veracidad de un ataque nuclear contra Rusia. Luego chequea la existencia de comunicación con el Estado Mayor General. Si el Mando Militar no responde, el Perímetr lanza una señal al Kazbek ('maletín nuclear'). Si responde el 'Kazbek', el sistema delega el poder de tomar decisiones al oficial de mayor rango en el puesto de mando. Y solo en caso de que reciba la orden de este último, o si no recibe ningún tipo de comunicación, comienza a actuar.
Sin embargo, hay veces que el sistema puede actuar sin recurrir al máximo mando militar del país. Al descubrir, por ejemplo, múltiples fuentes puntuales de radiación electromagnética intensa e ionizante y compararlas con los datos sobre movimientos sísmicos en lugares con las mismas coordenadas, el sistema llega a la conclusión de que se trata de un ataque nuclear a gran escala. En este caso el Perímetr puede dar la señal de ataque incluso sin la autorización del Kazbek.
La OTAN califica de "inmoral" un sistema de ataque nuclear que actúa independientemente de los seres humanos. Sin embargo, Estados Unidos también cuenta con un mecanismo similar, el Emergency Rocket Communications System.
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